La medida busca reforzar la seguridad fronteriza y modernizar los procesos migratorios mediante fotos y huellas digitales
El gobierno de Estados Unidos anunció que todos los extranjeros que ingresen o salgan del país deberán someterse a la toma de datos biométricos, incluyendo fotografías, huellas dactilares y escaneo de documentos oficiales. La medida tiene como objetivo fortalecer la seguridad nacional, prevenir el ingreso de personas vinculadas a delitos o terrorismo y modernizar los sistemas migratorios.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la información recolectada permitirá verificar antecedentes, agilizar los controles fronterizos y cruzar datos con listas de vigilancia internacional. Además, se aplicarán tecnologías de inteligencia artificial y análisis de riesgo para detectar patrones de comportamiento sospechosos antes de que los viajeros entren o salgan del país.
La medida afectará a todos los extranjeros, incluyendo turistas, trabajadores y estudiantes, y se espera que entre en vigor en los próximos meses. Si bien las autoridades aseguran que el sistema agilizará los trámites migratorios, grupos de derechos civiles han expresado preocupación por la privacidad y el almacenamiento de datos sensibles.
Estados Unidos se suma así a la tendencia internacional de implementar controles biométricos avanzados, una estrategia adoptada por varios países para reforzar la seguridad en sus fronteras y garantizar un flujo migratorio más seguro y regulado.




