Autoridades investigan las causas que llevaron a la madre a cometer el acto y refuerzan la atención a la menor rescatada del río.
Una mujer fue capturada y enviada a prisión luego de que intentara asesinar a su hija de apenas 10 meses al lanzarla al río Bogotá, en la localidad de Kennedy. La intervención rápida de las autoridades evitó una tragedia mayor. Vecinos del sector dieron aviso a la Policía luego de presenciar el momento en que la mujer arrojó a la menor al río. Los uniformados llegaron de inmediato y lograron rescatar a la bebé, que fue trasladada de urgencia a un centro hospitalario cercano. Según el informe médico, la niña se encuentra estable, aunque bajo observación debido a la exposición al agua y el riesgo de hipotermia.
La mujer fue puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación y un juez de control de garantías determinó que debía permanecer privada de la libertad mientras se adelanta la investigación. La Fiscalía le imputó el delito de tentativa de homicidio, y la audiencia inicial permitió conocer que la sospechosa no presentó antecedentes penales, aunque se investigan posibles problemas de violencia intrafamiliar o de salud mental que pudieron influir en su conducta.
El hecho generó conmoción entre los habitantes del sector, quienes exigieron mayores medidas de protección para menores y alertaron sobre la necesidad de fortalecer los programas de apoyo a madres en situaciones de vulnerabilidad. “Nunca habíamos visto algo así en el barrio; necesitamos más atención y acompañamiento para evitar que algo similar vuelva a pasar”, declaró una vecina que presenció el rescate.
Las autoridades continúan investigando las circunstancias que rodearon el hecho. Se espera determinar si la mujer actuó sola o si hubo algún factor externo que contribuyó a su decisión. Además, la Fiscalía analiza la posibilidad de vincular a la madre a programas de rehabilitación y seguimiento psicológico, dado que la protección y bienestar de la menor sigue siendo prioridad.
Este caso ha reabierto el debate sobre la atención integral a la salud mental de madres jóvenes, así como la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la protección de los niños y la educación en salud emocional en comunidades vulnerables.




