Deslizamientos y hundimientos mantienen cerrados varios tramos entre Santander y Boyacá, afectando a miles de pasajeros y transportadores.

Una grave emergencia vial afecta la carretera Bucaramanga–Bogotá y la Transversal del Carare, donde los deslizamientos y hundimientos del terreno han dejado incomunicadas varias rutas y generado retrasos masivos en los desplazamientos hacia el centro del país.

Miles de viajeros se han visto afectados por los cierres entre Oiba, Barbosa, Vélez, Landázuri y Cimitarra, lo que ha obligado a las empresas de transporte a implementar transbordos y desvíos por rutas alternas, mientras las autoridades trabajan para restablecer el tránsito.

Desde la Terminal de Transportes de Bucaramanga, su gerente, Jaime Pérez, informó que más de 750 buses fueron despachados con recorridos adicionales, incluyendo rutas hacia sitios turísticos, para atender la alta demanda de pasajeros afectados.

En la Transversal del Carare, las comunidades han denunciado que Invías solo realizó un sobrevuelo de inspección y aún no se ha desplegado maquinaria pesada para estabilizar el terreno. Exigen acciones urgentes para garantizar un paso seguro.

El Invías y la Gobernación de Santander mantienen labores de recuperación en los puntos más críticos, aunque las lluvias constantes y la inestabilidad del suelo dificultan los trabajos.

Entre las rutas alternas habilitadas para vehículos livianos se encuentran Confines – Charalá – Duitama y San Gil – Charalá – Duitama.

Las autoridades recomiendan a los conductores evitar los tramos afectados, respetar las medidas de seguridad y mantenerse informados por los canales oficiales mientras continúan las labores de recuperación.