El amor supera las heridas del pasado en el corregimiento de La Peña.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, Delmira Herrera Roa, residente del corregimiento de La Peña, ha logrado reconciliarse con su pareja, Georgi Páez, tras 26 años de haber sufrido una grave lesión en los testículos durante una violenta riña causada por una infidelidad en su hogar.
El episodio que marcó sus vidas tuvo lugar en La Peña hace más de dos décadas, cuando Georgi Páez brindó refugio a una necesitada mujer en su hogar. A lo largo del tiempo, este acto de humanidad dio paso a un romance clandestino que culminó en una fatídica noche de confrontación.
En una emotiva entrevista con Jorge Cura, Delmira Herrera relató cómo descubrió a su esposo teniendo relaciones sexuales con la mujer a la que habían ayudado. «Me pegó y me agarró por el seno, yo lo agarré por los testículos. Me defendí», explicó Delmira, recordando cómo la discusión se tornó acalorada. Páez, por su parte, alega que estaba defendiendo a la otra mujer involucrada en la infidelidad.
La violencia de la confrontación dejó a Georgi Páez con graves lesiones en sus partes íntimas, que requirieron atención médica inmediata. Delmira afirma que el maltrato inflamó una hernia umbilical y una hernia en los testículos de su esposo, provocando una hemorragia.
A pesar de las adversidades y el pronóstico médico que señalaba la esterilidad de Páez, el amor finalmente triunfó. La pareja, que en aquel entonces tenía una niña de un año, decidió dejar atrás sus diferencias y se reconcilió. Lo que siguió fue aún más sorprendente, ya que Delmira y Georgi Páez dieron la bienvenida a gemelos, gemelas y otro hijo.
«Ya eso fue hace un tiempo. Como le dije a otros periodistas que me vinieron a entrevistar, yo estaba verde. Tenía solo 17 años. No sabía nada de la vida. Hoy en día tengo 43 años, tengo más experiencia», afirmó Delmira Herrera al reflexionar sobre su historia de amor inusual.
Cuando se le preguntó si cree que Georgi Páez ha dejado atrás su tendencia a la infidelidad, Delmira respondió con una risa: «No, no creo». La pareja demuestra que, a pesar de sus desafíos pasados, el amor y la comprensión pueden superar cualquier obstáculo en el camino hacia la reconciliación.
