La comunidad está demandando un incremento en las oportunidades laborales dentro de las instalaciones de Cerro Matoso.
Las operaciones en Cerro Matoso, ubicadas en Montelíbano, Córdoba, han permanecido suspendidas durante 60 horas debido a una protesta liderada por miembros del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Uré y el Cabildo Indígena La Libertad de Puerto Colombia. Estos grupos han obstaculizado el paso de más de 2.000 empleados y la entrada y salida de materiales.
Consecuentemente, más de 20 contratos con proveedores de bienes y servicios fueron suspendidos únicamente el miércoles, impidiendo la entrega de un valioso cargamento de ferroníquel programado para ser enviado al extranjero en un buque que logró atracar en el puerto de Cartagena.
A pesar de los esfuerzos de la empresa por negociar, representantes de Cerro Matoso han manifestado su preocupación debido a la falta de disposición por parte de los manifestantes para levantar el bloqueo. Aunque se llevaron a cabo conversaciones el miércoles, mediadas por la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Gobierno de Montelíbano, no se logró un acuerdo que permitiera el reinicio de las operaciones.
En un comunicado, Cerro Matoso rechazó cualquier forma de violencia y expresó su compromiso con el diálogo como método para resolver diferencias con las comunidades afectadas. La empresa destacó que el diálogo ha sido el principal enfoque en su relación con las comunidades.
Por su parte, la comunidad ha insistido en la importancia de garantizar una mayor participación laboral de sus integrantes en las operaciones de la planta, cumpliendo con decisiones judiciales de la Corte Constitucional relacionadas con este tema.
El presidente de Cerro Matoso, Ricardo Gaviria, señaló: «Declaramos fuerza mayor ayer porque estamos en esta situación y no podemos operar de manera normal y no tenemos más remedio. Nos afecta desde todo punto de vista, todo el proceso productivo. No podemos sacar suministros, productos terminados. Nos preocupa nuestros empleados y empleadores. No queremos no correr el riesgo aunque se afectan clientes en el extranjero».
