Petro propone estrategias ante la migración venezolana y crisis climática en encuentro con Maduro.
El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, emprenderá su cuarto viaje a Venezuela este sábado para sostener una reunión crucial con su homólogo Nicolás Maduro. Entre los puntos de la agenda destacan temas fundamentales como la migración venezolana y la posible convocatoria de una cumbre de países latinoamericanos para hacer frente a la creciente sequía.
La confirmación de esta reunión fue hecha por Petro en una declaración a los medios después de su participación en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El mandatario colombiano expresó su interés en abordar la migración, un asunto que también discutió en un breve encuentro con el presidente estadounidense Joe Biden, donde reiteró su posición de que levantar las sanciones económicas a Venezuela aumentaría significativamente la posibilidad de retorno en comparación con las actuales circunstancias.
Además, Petro y Maduro explorarán un tema que, según el mandatario colombiano, será crucial a partir de diciembre: la sequía. En este contexto, Petro propuso la realización de una cumbre de jefes de Estado en Venezuela, con la participación de Brasil, Panamá y Ecuador. El objetivo sería abordar la integración energética y la creación de redes de energías limpias para mitigar los efectos de la sequía y la crisis climática.
Sin embargo, el cambio de gobierno en Ecuador ha generado un obstáculo en esta iniciativa. Petro afirmó que la reunión no podrá llevarse a cabo hasta después del 30 de noviembre, debido al reciente cambio de liderazgo en el país vecino.
El mandatario colombiano ya presentó esta propuesta semanas atrás, tras la fugaz visita a Bogotá del Presidente ecuatoriano saliente, Guillermo Lasso. En ese encuentro, se buscó un acuerdo que permitiera a Colombia enviar energía a Ecuador para mitigar los cortes energéticos derivados de la sequía que afectaba a las principales hidroeléctricas de ese país.
Colombia y Ecuador cuentan con una interconexión eléctrica de 400 kilovatios que ha demostrado ser crucial en situaciones de crisis, permitiendo el intercambio mutuo de energía entre ambos países. La intención es replicar este modelo con Panamá, que comparte una densa frontera en el Darién, y con Venezuela, con quien ya se han realizado intentos en el pasado.