Este aumento en la cifra de niños fuera del sistema educativo también está relacionado con la «persistente falta de avance en la educación a nivel global».
El número de niños y jóvenes que no están recibiendo educación en todo el mundo ha experimentado un aumento de seis millones desde el año 2021, llegando a una cifra total de 250 millones. Este preocupante incremento se atribuye en parte a la «exclusión masiva» de niñas y mujeres de los sistemas educativos en Afganistán, según alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Este aumento en la cifra de niños fuera del sistema educativo también está relacionado con la «persistente falta de avance en la educación a nivel global», lo que plantea serias interrogantes sobre la posibilidad de alcanzar uno de los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.
En un comunicado emitido por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en respuesta a estos nuevos datos, se declara que «la educación se encuentra en estado de emergencia» y hace un llamado urgente a los Estados para que tomen medidas decisivas y no comprometan el futuro de millones de niños.
Azoulay señala que, a pesar de los notables esfuerzos realizados en las últimas décadas para garantizar una educación de calidad para todos, los datos de la Unesco indican un aumento en el número de niños que están fuera de la escuela.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 establece la meta de proporcionar una educación de calidad para todos antes de 2030. Para lograr esto, los expertos de la Unesco calculan que se necesitan seis millones más de niños en preescolar, 58 millones adicionales de niños y jóvenes en la escuela, y al menos 1,7 millones más de docentes de primaria debidamente capacitados.
Hace un año, en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de la ONU, 141 países se comprometieron a reformar sus sistemas educativos para acelerar el progreso hacia esta meta.
Según Azoulay, para que los países alcancen sus objetivos, es imperativo que 1,4 millones de niños sean inscritos en programas de educación de la primera infancia anualmente hasta 2030, y que se aumenten significativamente las tasas de finalización de la educación primaria.
Desde 2015, el porcentaje de niños y niñas que completan la educación primaria ha aumentado en menos de tres puntos porcentuales, alcanzando un 87%. Por otro lado, el porcentaje de jóvenes que terminan la educación secundaria ha aumentado en menos de cinco puntos porcentuales, llegando al 58%. Estas cifras subrayan la urgente necesidad de una acción global coordinada para abordar esta crisis educativa.