Ciertas violaciones de la Ley de Control de Armas pueden resultar en penas de hasta 15 años de prisión y/o multas de hasta 250,000 dólares.
Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense Joe Biden, enfrenta este jueves la imputación de tres cargos relacionados con la adquisición y posesión de armas, lo cual es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones.
El acta de imputación ha sido presentada por David Weiss, el fiscal federal de Delaware, quien fue nombrado fiscal especial a mediados de agosto para dirigir estas investigaciones por el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland.
Según el documento, en una fecha cercana al 12 de octubre de 2018, Hunter Biden compró una pistola Colt Cobra calibre 38 y proporcionó información falsa al vendedor al presentar un certificado en el que afirmaba no ser un consumidor ilícito ni adicto a sustancias controladas, incluyendo estimulantes y estupefacientes.
«Sabía que esa declaración era falsa y ficticia», indica el documento, que también señala que Hunter Biden mintió sobre sus adicciones en el registro federal de armas de fuego (FFL, por sus siglas en inglés).
Un tercer cargo acusa a Hunter Biden de poseer un arma de fuego a sabiendas de que era ilegal debido a sus adicciones.
Específicamente, en el formulario que Hunter Biden y otros compradores de armas deben completar, se les pregunta si son «usuario ilegal de, o adicto a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada».
También se advierte que «el uso o posesión de marihuana sigue siendo ilegal bajo la ley federal, independientemente de si se ha legalizado o despenalizado con fines médicos o de recreo en el estado».
Este registro de transacción deja en claro que la información proporcionada se utiliza para determinar si la ley federal o estatal prohíbe que la persona reciba o compre un arma de fuego, o si se le prohíbe su venta o transferencia.
Ciertas violaciones de la Ley de Control de Armas pueden resultar en penas de hasta 15 años de prisión y/o multas de hasta 250,000 dólares.
La imputación del gran jurado del distrito de Delaware, firmada por Weiss, no menciona el otro delito por el que también se estaba investigando a Hunter Biden, la declaración de impuestos irregular.
En una audiencia celebrada el 27 de julio, se esperaba que Hunter Biden se declarara culpable después de llegar a un acuerdo con los fiscales federales, pero el acuerdo se desmoronó después de que la jueza encargada de dictar sentencia, Maryellen Noreika, nombrada por el expresidente Donald Trump (2017-2021), expresara dudas sobre el acuerdo.
En virtud de este acuerdo, el hijo del presidente, de 53 años, habría evitado una imputación formal bajo ciertas condiciones, pero después de una audiencia llena de interrupciones y cambios, Hunter Biden decidió no aceptar el acuerdo y declararse no culpable.
Los republicanos, liderados por Trump, han utilizado la investigación contra Hunter Biden para sembrar dudas sobre sus negocios en el extranjero y para retratar a la familia del presidente como corrupta.
Las investigaciones contra Hunter Biden se iniciaron en 2018 durante el mandato de Trump, y los conservadores las han utilizado para atacar al presidente demócrata, acusándolo de no haber hecho ningún esfuerzo por llevar la investigación hasta el final.
El miércoles, el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, ordenó abrir una investigación de juicio político contra el presidente, acusándolo precisamente de aprovechar sus conexiones políticas para intervenir en los negocios de su hijo y beneficiarse de ellos, acusaciones que la Casa Blanca ha refutado repetidamente.