El furor de las contiendas conlleva a que en determinadas ocasiones uno (como activista político) sea victima de elementos que impulsan a cometer errores, no bien de estructura sino de cimentación en las bases que denotan inexactitudes a la hora de esbozar conceptos que, en mi condición personal, pensé eran claves para develar parte de la realidad a la que hoy nos enfrentamos.
Dentro de este contexto, se acercan personas con diferentes tipos de información que uno por no ser periodista, no corrobora, cree en las fuentes que traen información de un lado u otro, ese es uno de mis grandes defectos, creo en las personas. Quizás en ese ánimo de obtener un triunfo para Polonuevo, no se sopesan ciertas actitudes frente a las consecuencias que se pueden asumir sino hasta cuando las cosas han avanzado.
En este orden de ideas, es necesario realizar retractaciones y aclaraciones que son necesarias para continuar mi convivencia pacifica y evitar consecuencias jurídicas indeseables. Siendo así, debemos entender que retractarse es propio de caballeros. A veces puede más el ego personal que admitir que hemos hecho algo mal que puede haber afectado a otro. Una vez que hemos asumido nuestra responsabilidad, llega el paso dos, más complicado aun si cabe: ofrecer disculpas.
Hoy tengo que decir, que no hubo sustento probatorio en mis aseveraciones pasadas, en el sentido que quizás erróneamente se interpretó en el debate político de 2019, el hecho que dije (tal lo refleja mi escrito) que mi candidato no era un roba tierras, dando a entender que los otros sí. Lo que dije es cierto, pero lo que inferí, fue falso. Ni Edgardo Martes, Ni Yesid Alvarado, son robatierras. A los dos les ofrezco mis disculpas.
En un hecho humano, de frustración, de exteriorización de rabia y de tristeza por lo ocurrido en mi pueblo con relación a los resultados electorales, en los que se eligieron personas que a mi parecer no estaban preparadas para la actividad público-administrativa y que hoy se están viendo las consecuencias de esa mala elección que hizo mi pueblo, también de forma posterior dije que el actual alcalde se eligió con recursos ilícitos, tampoco tengo certeza que haya manipulado a los Jueces penales para conseguir la absolución de su hija en un proceso en el cual fue capturada y según tengo noticias, nunca procesada. Sin embargo, si leí y en algún par de ocasiones reproduje la página del periódico de Santa Marta donde se refrendaba dichas noticias, es menester entonces, que también dicho diario realice las aclaraciones del caso, uno se fía de los medios de comunicación y resulta que algunas noticias tampoco tienen sustento probatorio. En ese sentido hice varios comentarios, incluso sobre el estatus migratorio de Edgardo y su familia, con relación a esos hechos, repito no tengo sustento probatorio y por ello ofrezco mis disculpas. Debo entonces, retractarme en ese sentido de esas afirmaciones, no porque no crea que haya sido así, sino porque no tengo forma de como demostrarlo. Por ello me retracto, porque hice acusaciones sin tener el material probatorio que sustentara mi denuncia. Todos, sabemos cuáles son las verdades verdaderas de esa elección, pero la única verdad valida es la procesal y para sustentarla no hay pruebas. Esto obliga ineludiblemente en los términos del artículo 225 de nuestro ordenamiento penal a retractarme de lo dicho. Sin embargo, en mi fuero interno de manera muy personalísima sigo creyendo, en lo que PARA MÍ, es cierto.
Gracias a Todos.
