Cuando era candidato a la presidencia de Colombia Gustavo Petro propuso la denominada “Paz total”, ahora ejerciendo como primer mandatario cumple su promesa electoral, la cual es muy suigéneris puesto que se les abre puerta a los diferentes grupos armados ilegales, negociar con el gobierno no importa que su especialidad delictiva sea exclusivamente el tráfico ilícito de drogas o actuaciones de la delincuencia común.
Lo cierto es que la paz total, que se encuentra incluida en la ley 2272 de 2022, la cual modifico, adicionó y prorrogó la disposición 418 de 1997, es indudablemente un nuevo ingrediente para poner fin a la intimidación de la delincuencia común y de los grupos armados ilegales. Ahora bajo el gobierno de Gustavo Petro se ha tomado en serio la seguridad ciudadana, pues la participación de la comunidad va a jugar un rol preponderante puesto que de allí surgirán ideas claves para el proceso de sometimiento a la justicia y otras iniciativas en pos de disminuir la violencia que invade a Colombia desde hace muchas décadas.
Con relación a la paz total del presente mandatario de los colombianos, se puede decir que es una acción estratégica de política estatal de gran envergadura para reducir y extirpar el alto número de desplazamiento humano de la violencia y la masiva solicitud de asilo político. Igualmente, de refugio por todo el mundo entero de nuestros coterráneos.
Otro elemento que aglutina la paz total, es invertir en las áreas colombiana donde los índices de delincuencia son altas, pues como caso paradójico los departamentos del Meta, Casanare, Santander, Arauca, Antioquia, Cauca, Choco entre otros son ricas en recursos naturales, pero lamentablemente agrupa una gran pobreza, y elevada criminalidad. El importante obstáculo que podría impedir el cese de la violencia en esas zonas es el contexto cultural que se encuentra impregnado en el ADN social.
En la política de estado paz total que predica el actual presidente de Colombia Gustavo Petro es menester vincular a Estados Unidos de América y a las naciones europeas, en razón a que la problemática que concentra este proceso de sometimiento a la justicia, tienen mucho de responsabilidad, pues su amplia demanda en droga ilícita y la atroz permisividad en sus controles permite que el negocio ilegal tenga auge y éxito, causado significativas repercusiones de índole sociales. Dentro de los grupos armados ilegitimo, bandas criminales y delincuencia común existe una aberrante habituación a las drogas legales e ilegales, por lo que estos países podrían recibirlos para su deshabituación e integridad a la sociedad. Es que el cambio del medio circundante de estas personas lo beneficiaria enormemente para transformar su conducta delictiva aprendida.
Hay que mirar con buenos ojos la paz total del primer mandatario de los colombiano Gustavo Petro, puesto que es innovadora por autorizar a estructura de la delincuencia común, ingresar al proceso de rendición. Nunca en nuestro territorio se había dado un sometimiento a la justicia y reconciliación a miembros diferentes de la guerrilla. En los actuales momento grupos pertenecientes a una tipología delictiva diferente a la insurgencia armada son candidatos firmes a este pacto gubernamental por la tranquilidad.
Esperamos que esta nueva apuesta para la paz repercuta en el progreso económico del país, pues si no existe seguridad institucional el desarrollo quedara estancado y un coexistir en zozobra.