La renuncia de la exfuncionaria, cercana al presidente, desató una ola de exigencias desde distintos sectores políticos que piden transparencia sobre su paso por el poder.
La renuncia de la canciller Laura Sarabia, figura clave en el círculo cercano del presidente Gustavo Petro, ha generado una avalancha de reacciones políticas, principalmente desde sectores de la oposición, que le exigen hacer pública toda la información que posea sobre el funcionamiento interno del Gobierno y las disputas que marcaron su gestión.
Una de las primeras en pronunciarse fue la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila, una crítica constante del Ejecutivo. A través de su cuenta de X, Dávila afirmó que Sarabia dimitió tras un “rosario de desautorizaciones públicas” por parte de Petro y de miembros de su gabinete. “Ahora, Laura Sarabia cuente todo lo que sabe. El país se lo agradecería”, escribió.
La renuncia ocurre en medio de la controversia por la adjudicación del contrato para la fabricación de pasaportes, una polémica que ya había afectado a sus antecesores, Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo. Aunque Sarabia no mencionó directamente este tema en su carta de dimisión, la decisión del nuevo jefe de Gabinete, Alfredo Saade, de firmar un contrato con una empresa portuguesa contradijo abiertamente la resolución previa de Sarabia de prorrogar el contrato con Thomas Greg & Sons. Esta decisión había sido justificada por la falta de preparación de la Imprenta Nacional, encargada de asumir la tarea a partir del 1 de septiembre.
Desde el Congreso, la senadora opositora María Fernanda Cabal también se pronunció, señalando que la salida de Sarabia fue producto del “maltrato de Petro, el desprecio e insulto de (el ministro del Interior) Armando Benedetti y la desautorización de Saade”. Para Cabal, el silencio que Sarabia destacó en su renuncia como un acto de responsabilidad es, en realidad, un intento por “ocultar la verdad que todos merecemos conocer”. “El silencio no es cuidar a nadie, es traicionar la Constitución y la ley”, sentenció.
A las críticas se sumó la exvicepresidenta y excanciller Marta Lucía Ramírez, quien afirmó en su cuenta de X: “Laura Sarabia renuncia por diferencias con Petro, pero el país merece más que silencios y epístolas sobre un sueño. Es hora de que revele TODO lo que sabe sobre cómo ganó este gobierno. La verdad no puede esperar”.
Por su parte, el también precandidato presidencial Mauricio Lizcano, exministro TIC del actual gobierno y exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) —cargo que luego ocupó Sarabia—, calificó su salida como “una buena noticia para el país” y sostuvo que la exfuncionaria tenía “ambiciones” y una forma “utilitarista” de ejercer el poder. “Le hacía mucho daño a Colombia”, concluyó.