Días después, tras una serie de entrevistas y declaraciones, se supo que el motivo de su retorno era la presentación de su libro Vida y muerte del cartel de Medellín en la Feria del Libro de Bogotá.
En él, Lehder narra pasajes de ese capítulo oscuro de la violencia en Colombia y revela detalles inéditos sobre su relación con el llamado patrón, Pablo Escobar.
Han pasado tres meses desde que el país volvió a escuchar, con sorpresa y controversia, el nombre de Carlos Lehder. El excapo del cartel de Medellín, protagonista de uno de los capítulos más oscuros del narcotráfico en Colombia, reapareció sin previo aviso tras décadas de encierro y exilio.
El 28 de marzo, Lehder llegó a Colombia en un vuelo discreto. Había cumplido una larga condena en Estados Unidos, colaborado con la justicia y pasado sus últimos años en Alemania, la tierra de su padre. Apenas aterrizó, un cerco policial lo esperaba. Una orden judicial aún vigente en los sistemas migratorios bastó para que fuera esposado y conducido a un calabozo de la Dijín, donde permaneció tres días bajo custodia.
Al cuarto día, un juez de ejecución de penas concluyó que el proceso en su contra ya no tenía sustento legal. Había cumplido. La orden fue su liberación inmediata. A la salida, Lehder levantó el brazo derecho y gritó con fuerza: “¡Viva Colombia!”. Un vehículo lo esperaba a pocos metros de los juzgados de Paloquemao. Nadie sabía exactamente hacia dónde se dirigía, pero su regreso ya era noticia.
Días después, tras una serie de entrevistas y declaraciones, se supo que el motivo de su retorno era la presentación de su libro Vida y muerte del cartel de Medellín en la Feria del Libro de Bogotá. En él, Lehder narra pasajes de ese capítulo oscuro de la violencia en Colombia y revela detalles inéditos sobre su relación con el llamado patrón, Pablo Escobar.