Dos personas fallecieron.
La violencia escolar volvió a conmocionar este jueves a Estados Unidos, después de que un estudiante de la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee, ocasionara la muerte a dos personas e hiriera a otras seis al disparar una pistola que pertenecía a su mamá, una agente de policía.
El tiroteo se produjo alrededor del mediodía de este jueves en el campus universitario, en el que estudian cerca de 40.000 personas, que recibieron la orden de refugiarse y mantenerse aisladas por cerca de tres horas, mientras se aseguraba el recinto.
El incidente, que se saldó con la muerte de dos personas que no eran estudiantes de la universidad, es el sexto tiroteo masivo que se registra este año en el país, según los datos de Gun Violence Archive.
El supuesto tirador fue identificado como Phoenix Ikner, de 20 años, un estudiante de ciencias políticas de la universidad, hijo de la alguacil Jéssica Ikner, quien tuvo acceso a una de sus armas, según informó en una conferencia de prensa el sheriff del condado de Leon, Walt McNeil.
Ikner resultó herido cuando se encontró con las autoridades. El jefe de policía de Tallahassee, Lawrence Revell, afirmó que el tirador «no cumplió las órdenes».