Un informe de inteligencia militar detalló que las víctimas recibían amenazas por parte del ELN y las disidencias de Farc.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) habría sido el responsable de ordenar el asesinato de Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y su bebé de 9 meses, mientras se trasladaba en un vehículo mortuorio de la funeraria San Miguel, en la vía que comunica al municipio de Tibú con Cúcuta.
Así lo dio a conocer un informe de inteligencia militar proporcionado al medio Blu Radio, donde señalaron que el triple homicidio estaba relacionado con la profesión de Miguel Ángel, administrador del mortuorio en dicha zona.
Sin embargo, el grupo armado desmintió a través de un comunicado, asegurando que ellos “no tienen ninguna responsabilidad en los hechos”.

Al parecer, López recibía amenazas por parte del ELN y las disidencias de Farc, precisamente por su labor en atender y preparar los muertos para las exequias, situación que incomodó a quienes empezaron a decidir a quién se entierran y a quién no. Cabe recordar que en este territorio hay presencia de diferentes actores ilegales inmersos en la extorsión y el narcotráfico.
Miguel Ángel López dijo en una entrevista que él cumplía la función de primer respondiente en la escena del crimen, cuando la Policía le pedía el favor de que recogiera cadáveres en lugares peligrosos y los llevara a la estación, para poder hacerles la inspección judicial.https://d-32830741854256151550.ampproject.net/2410292120000/frame.html
En el informe entregado al medio de comunicación citado, también indicaron que Miguel había hecho recientemente el levantamiento de unas personas asesinadas por el Frente de Guerra Oriental del ELN, y que al parecer pertenecían al Frente 33 de las disidencias de las Farc, como colaboradores cercanos de alias Andrey.
Así mismo, que la víctima desobedeció la orden el ELN de no recoger y sepultar los cuerpos asesinados, aunque las autoridades se lo solicitaron.
“La sevicia con la que se perpetró el hecho da cuenta de la crueldad y el duro mensaje que quieren enviar los grupos ilegales que delinquen en la zona. El atentar contra un ciudadano reconocido ampliamente en la región, querido y apreciado, al grado de ser casi que una figura pública denota cierto grado y afán por mostrarse poderosos y fuertes, frente y contra sus otros rivales”, indica el informe.