El Tribunal Superior de Barranquilla, en su Sala de Justicia y Paz, condenó a Salvatore Mancuso, exlíder del Bloque Catatumbo de las AUC, y a 45 exintegrantes de esa organización ilegal por su responsabilidad en 1.323 crímenes ocurridos entre 1999 y 2004 en Norte de Santander.
La sentencia abarca:
- 568 homicidios, incluyendo masacres en Villa del Rosario, Arboledas, Los Patios, El Tarra y Tibú.
- 55 desapariciones forzadas, con víctimas mayoritariamente de la población civil.
- 700 desplazamientos forzados, entre otros crímenes de guerra y lesa humanidad como secuestros, amenazas y violencia sexual.
La Fiscalía detalló que estos hechos se perpetraron bajo patrones de macrocriminalidad dirigidos por los cabecillas del Bloque Catatumbo, quienes instrumentalizaron a las comunidades civiles y cometieron crímenes atroces contra población protegida.
Mancuso fue condenado a 480 meses de prisión, mientras que otros integrantes recibieron penas de entre 240 y 480 meses, además de multas de hasta 5.000 salarios mínimos. Sin embargo, debido a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, estas penas se redujeron a 8 años, tiempo que Mancuso ya cumplió en prisión.
El fallo también ordena a los exmiembros de las AUC reparar los daños materiales y morales causados a las víctimas acreditadas en el proceso.
El presidente Gustavo Petro designó recientemente a Mancuso como «gestor de paz», con el objetivo de contribuir al diálogo y avanzar en el proyecto de «paz total».
Aunque Mancuso ya cumplió su condena, su nombramiento sigue generando debate en el país, especialmente ante los crímenes de gran impacto que fueron documentados en el fallo del Tribunal.