Hay que considerar que el incendio del autobús tipo busetón del Concesionario UT SISTUR, ocurrido el 9 de noviembre de 2024 en horas de la tarde, mientras se encontraba aparcado sin pasajeros en la estación de retorno Joe Arroyo de la ciudad de Barranquilla, podría constituir un acto de naturaleza criminal. Este evento se produjo durante un horario de baja afluencia de personas y en un área carente de cámaras de seguridad, lo cual incrementa las sospechas sobre una posible intencionalidad delictiva.
Ante tales circunstancias, resultaba ineludible haber comunicado a las autoridades policiales para que, en conjunto con la fiscalía general de la nación, iniciaran una investigación exhaustiva dirigida a esclarecer los hechos. Los directivos de la concesión UT SISTUR y el gerente de Transmetro, Carlos Andrés López Beleño, no podían concluir de inmediato que la causa del incendio fuera una falla mecánica; dicha determinación compete exclusivamente a la Fiscalía, quien es la autoridad facultada para realizar un peritaje técnico que determine el origen preciso del siniestro y si en este suceso hubo participación de personal interno o de individuos externos.
La Fiscalía debe llevar a cabo un análisis pormenorizado para detectar la presencia de acelerantes, tales como gasolina u otros líquidos inflamables, y evaluar la posible utilización de dispositivos temporizadores que pudieran haber iniciado el incendio a una hora específica. Además, es esencial que se entreviste al personal de la empresa presente en el lugar del incidente, incluyendo conductores y técnicos especializados en sistemas eléctricos y motores de los autobuses.
Asimismo, se debe proceder a la obtención y revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en las áreas circundantes, con el propósito de identificar cualquier actividad sospechosa previa, durante y posterior al incendio.
Una investigación meticulosa y profesional es indispensable para dilucidar este lamentable caso y determinar si hubo dolo en la perpetración de este. Dado que lo observado hasta el momento constituye un conjunto de incongruencias, resulta fundamental aplicar una técnica criminal rigorosa y un método multidisciplinario acorde con los hechos.
La Superintendencia de Transporte y las demás autoridades cualificadas deben intervenir de manera inmediata y con medidas decisivas para mejorar la gestión de Transmetro en términos de seguridad. Las deficiencias estructurales y operativas actuales ponen en grave riesgo el derecho a la vida, la salud y la integridad física de los usuarios. Las deficientes condiciones de los autobuses y la ausencia de puertas en las estaciones facilitan el acceso de delincuentes, exponiendo a los pasajeros a ser víctimas de hurtos y agresiones físicas.
Sería un paso importante considerar la entrega de la gestión del transporte masivo y colectivo a empresas chinas, reconocidas a nivel internacional por su eficiencia y capacidad para implementar estrategias a largo plazo. Esta reestructuración debe incluir, necesariamente, la construcción de nuevas vías circulares dentro de la ciudad, con el objetivo de mejorar significativamente la movilidad urbana.
Los usuarios han manifestado de manera reiterada su insatisfacción con el sistema de transporte urbano actual. En consecuencia, se torna imprescindible adoptar medidas decisivas para garantizar un sistema de transporte que sea seguro, eficiente, sostenible, rápido y confiable. La integración de prácticas y tecnologías avanzadas en la gestión del transporte contribuirá a cumplir con estos objetivos y a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Se espera que el ente acusador y la Policía Judicial aclaren con prontitud el reciente incendio del autobús. De hecho, una resolución rápida y efectiva de este caso será de gran valía para la confianza en las instituciones de investigación colombianas.
Además, es perentorio que la empresa de transporte masivo sea sometida a una investigación administrativa detallada debido a la evidente negligencia en la provisión de seguridad a sus usuarios. La insuficiencia de medidas apropiadas para asegurar la protección de los pasajeros constituye, indudablemente, una omisión de carácter grave que exige una corrección inmediata.
Hasta que no se ponga fin a la práctica de designar funcionarios por recomendaciones políticas en el sector del transporte en Barranquilla y su área metropolitana, la problemática seguirá agravándose. Obviamente, los empresarios que actualmente gestionan este sector carecen de la capacidad para implementar transformaciones estratégicas que mejoren este medio de movilidad. Por lo tanto, para dar una solución efectiva a esta situación, Se hace absolutamente indispensable que la superpotencia China asuma la planificación, siendo esta la única solución viable. JAIME VÉLEZ GUERRERO