Gerente de Gases del Caribe y senador Name rechazan propuesta del Ministro de Minas de reemplazar el consumo doméstico de gas natural
La reciente declaración del Ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, sobre la posibilidad de sustituir el consumo de gas natural en los hogares colombianos ha generado una ola de críticas y preocupaciones, especialmente en la región Caribe.
Ramón Dávila, gerente de Gases del Caribe, calificó la propuesta como «descabellada» en una entrevista con Atlántico en Noticias. «Todo es posible. Se puede reemplazar el gas natural con otros combustibles, con GLP, gas propano o leña, pero retrocederíamos 50 años. Es una cosa descabellada. Uno no termina de entender», afirmó Dávila.
A pesar de la controversia, Dávila tranquilizó a los usuarios de la Costa Caribe, asegurando que Gases del Caribe tiene garantizado el suministro para los próximos dos años: «Nosotros como Gases del Caribe, no tenemos ninguna dificultad. Tenemos contratados el gas para el 2025 y 2026, así que todos nuestros usuarios de tipo industrial y comercial pueden estar tranquilos».
El ejecutivo señaló que la situación es más compleja en el interior del país, debido a «la parálisis que hemos tenido de explorar más gas, más petróleo» y «la declinación de los campos de gas». Dávila enfatizó la importancia de reactivar las actividades en el pozo Uchuva 2 para asegurar la autonomía energética del país.
Por su parte, el senador José David Name se sumó a las críticas, calificando la propuesta del ministro como «una locura». Name argumentó que «el gas no tiene reemplazo porque en Colombia se han invertido miles de millones de pesos, billones de pesos, tirando todas estas redes de gas, sobre todo para el estrato 1, 2 y 3».
«No puedo creer que el Ministro haya dicho eso, es una locura. Es una desacertada declaración y demuestra una vez más que el Gobierno se está equivocando», añadió el senador.
Estas reacciones ponen de manifiesto la preocupación general sobre la política energética del gobierno y su impacto en la economía y el bienestar de los hogares colombianos, especialmente en la región Caribe. La propuesta de sustituir el gas natural, un recurso ampliamente utilizado y con infraestructura establecida, plantea interrogantes sobre la viabilidad y los costos asociados a tal cambio, así como sobre la dirección de la política energética nacional a largo plazo.