A modo de protesta por los ataques a Gaza.
Decenas de delegados de distintos países se pusieron de pie en el momento en que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se dirigía a la Asamblea General de la ONU y se ausentaron a modo de protesta.
En el momento en que tomó la palabra, la sala había quedado prácticamente vacía.Se desconoce si había habido una concertación previa entre los diplomáticos para llevar a cabo esta acción de protesta, que sumó a cerca de un centenar de delegados.
En previsión de que esto sucediera, decenas de israelíes y judíos -reconocibles por las kipas de los hombres y los lazos amarillos de solidaridad con los rehenes- habían tomado asiento en los balcones de la Asamblea General, donde trataron de contrarrestar la protesta diplomática con aplausos y gritos de ánimo a Netanyahu.
Estos últimos aplaudieron en varias ocasiones al primer ministro, entre vítores, y de algún modo trataron de neutralizar la imagen de los numerosos asientos desocupados en uno de los discursos más esperados de la semana de alto nivel.
En paralelo, había convocada en el centro de Nueva York una protesta ciudadana contra la presencia de Netanyahu en la ciudad.