Las autoridades reiteraron el llamado a la responsabilidad en la conducción y advirtieron que la intolerancia y la imprudencia vial siguen cobrando vidas en la capital.
Un trágico hecho de justicia por mano propia se registró en la noche del martes en el sur de Bogotá, cuando un conductor, aparentemente en estado de embriaguez, fue asesinado a golpes por un grupo de motociclistas luego de atropellar a varias personas.
Según informó el coronel Álvaro Mora, comandante operativo número 3 de la Policía Metropolitana de Bogotá, cerca de 200 motociclistas persiguieron al hombre que conducía un campero azul, el cual venía realizando maniobras peligrosas e impactando a varios motorizados en su recorrido. Durante la persecución, un policía fue atropellado y resultó herido.
El conductor fue interceptado finalmente en el barrio El Tintal, donde la multitud lo agredió brutalmente. La víctima fue trasladada a la Clínica de Occidente, pero falleció a causa de los politraumatismos sufridos.
“La Policía está verificando las cámaras de seguridad para identificar las placas de las motocicletas y determinar quiénes participaron en esta agresión colectiva”, señaló el coronel Mora.
La alcaldesa local de Kennedy, Karla Marín, hizo un llamado a la calma y pidió a la ciudadanía no tomar la justicia por sus propias manos. “Las autoridades están en capacidad de actuar; es muy importante mantener la tolerancia”, expresó.
Este hecho se presenta apenas cuatro días después de otro grave accidente en el sur de la ciudad, donde un taxista ebrio, identificado como José Eduardo Chalá, atropelló a once personas, entre ellas una familia con cuatro hijos. Una adolescente de 15 años murió y un niño de siete años continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos bajo protocolos de neuroprotección cerebral.
La directora de la Policía de Tránsito, general Susana Blanco, reveló que el taxista tenía más de diez comparendos por infracciones de tránsito cometidas en los últimos años.
