El pastor recordó cómo figuras como María Magdalena y Juana apoyaron la misión de Cristo y defendió el derecho de las mujeres a enseñar y hacer discípulos.
El pastor Andrés Corson compartió una reflexión inspirada en Lucas 8:1-3, destacando la participación fundamental que las mujeres tuvieron en el ministerio de Jesús. Recordó que figuras como María Magdalena, Juana y otras mujeres no solo acompañaron a Jesús y a los doce discípulos, sino que también habían sido sanadas y sostenían económicamente la misión.
Corson enfatizó que en la cruz Cristo restauró la dignidad femenina, citando Gálatas 3:28: “Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo”. Según explicó, estas mujeres no se limitaron a servir, sino que también aprendieron a sanar, enseñar y hacer discípulos, al igual que cualquier apóstol.
Durante su reflexión, abordó los pasajes bíblicos que históricamente se han usado para restringir el ministerio de la mujer, como 1 Corintios 14:34 y 1 Timoteo 2:12. Para él, estos textos responden más a un contexto cultural de la época que a la voluntad eterna de Dios. “Esto no es la voluntad de Dios porque en la Biblia encontramos a muchas mujeres enseñando”, afirmó, recordando ejemplos como la samaritana que predicó a su pueblo (Juan 4:29), Priscila que instruyó a Apolos (Hechos 18:25) y las mujeres que anunciaron la resurrección de Jesús (Mateo 28:6).
Finalmente, exaltó la vida de María Magdalena, liberada de siete demonios y convertida en la primera testigo de la resurrección (Juan 20:18), así como a Juana, quien con sus recursos apoyó el sostenimiento de Jesús y sus discípulos (Lucas 8:3).